Los ganglios linfáticos son una parte vital del sistema inmunológico y linfático, que ayuda a nuestro cuerpo a combatir infecciones y enfermedades. Son pequeñas glándulas en forma de frijol que transportan nutrientes, fluidos y desechos entre el torrente sanguíneo y los tejidos corporales. En general, los ganglios linfáticos no son dolorosos, y es probable que ni siquiera los sientas.

El problema sucede cuando los ganglios se hinchan o inflaman. Esta condición también se llama linfadenitis, linfadenopatía o a veces simplemente se refieren a ellas como glándulas imflamadas.

Más; Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello.

Remedios caseros a base de hierbas para tratar los ganglios inflamados en el cuello

Echinacea: La equinácea es una opción muy popular y eficaz en el control y tratamiento de los ganglios linfáticos inflamados. Esto podría atribuirse al hecho de que la hierba es fuertemente antiinflamatoria. Al mismo tiempo, se dice que puede estimular al sistema inmunológico y desintoxicar la sangre.

Su uso es relativamente simple, se puede consumir en forma de cápsula o añadida a un zumo para obtener resultados óptimos. La dosis recomendada para revertir la inflamación de los ganglios linfáticos es de 300 mg, tres veces al día.

Miel y té: Una de las opciones más populares es beber una mezcla de miel y té caliente. La miel ayuda a bajar la hinchazón mientras el té caliente funciona como un relajante local.

Ajo: Esta es una maravilla natural que no necesita presentación. Los estudios han demostrado que el ajo tiene fuertes propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Por tanto es muy eficaz para reducir la hinchazón y aliviar el dolor de inmediato. Todo lo que debemos hacer es simplemente consumir un par de dientes de ajo todos los días. Aquellos a los que le resulta difícil comer ajo crudo pueden recurrir al consumo de seis pastillas de suplementos de ajo todos los días.

Miel: La asociación entre la miel y los ganglios linfáticos es concluyente, lo cual está validado por el hecho de que tomar una cucharadita de miel disuelta en una taza de agua diariamente durante una semana, puede revertir la sensibilidad y la inflamación.

Sal: El proceso es simple, solo hay que disolver media cucharadita de sal en una taza de agua caliente y usar esta mezcla para hacer gárgaras varias veces al día.

Vinagre de sidra de manzana: El vinagre de sidra de manzana es fuertemente ácido, lo que estimula al cuerpo para producir reguladores del pH, neutralizar el contenido ácido y crear un ambiente alcalino. Eso también ayuda al sistema inmunológico a revertir la inflamación. Una cucharada de vinagre de sidra de manzana mezclada en un vaso de agua puede hacer maravillas. Lo mejor es tomar esta mezcla antes del desayuno cada mañana y repetir cada cuatro horas.

Cúrcuma: Una de las maravillas terapéuticas más antiguas, la cúrcuma es particularmente eficaz como antiinflamatorio, analgésico y antioxidante. Así que puede revertir infecciones virales y procesos inflamatorios rápidamente.

Menta: Procedente de las hojas de menta, el ingrediente activo aquí es el mentol. Es un antiviral potente y puede revertir la inflamación en poco tiempo. El modo preferido de administración es en forma de té.

Pensamientos finales

Estos remedios son eficaces para controlar e incluso revertir la inflamación de los ganglios linfáticos, pero los mejores resultados se obtienen cuando el tratamiento se inicia desde temprano.

Recuerde que los ganglios linfáticos inflamados no son una enfermedad en sí, sino más bien una manifestación de alguna enfermedad subyacente.

Algunos remedios herbales pueden crear efectos secundarios, consulte siempre con un médico antes de intentar cualquier remedio natural.