El tratamiento para ganglios inflamados dependerá siempre de la causa subyacente de la enfermedad. Por ejemplo, una infección bacteriana puede ser tratada con antibióticos, y éste dependerá de la bacteria en cuestión, mientras que una infección viral como gripe, resfriado, tos, etc. desaparece por sí sola al cabo de unos pocos días.
Si el médico sospecha de la presencia de cáncer, deberá practicar una biopsia para confirmar el diagnóstico. En este sentido, cualquier inflamación de ganglios linfáticos que no desaparezcan o regresen a su tamaño normal en un mes o que aumenten su tamaño de manera acelerada, es un alto indicativo de la presencia de una enfermedad grave, como cáncer, por lo que requiere de una consulte urgente al médico para descartar la causa y colocar el tratamiento adecuado.