El cáncer secundario en los ganglios linfáticos ocurre cuando las células cancerosas se han diseminado a los ganglios linfáticos, desde un cáncer desarrollado en otra parte del cuerpo.
El sistema linfático
El sistema linfático es una de las defensas naturales del cuerpo contra las infecciones. Se compone de órganos como la médula ósea, el timo, el bazo y los ganglios linfáticos, a veces llamados glándulas linfáticas. Los ganglios linfáticos se encuentran distribuidos por todo el cuerpo y están conectados mediante una red de vasos linfáticos.
El cáncer en los ganglios linfáticos
El cáncer se puede desarrollar en los ganglios linfáticos de dos maneras. Puede desarrollarse allí como un cáncer primario, o puede propagarse hacia los ganglios linfáticos desde un cáncer primario desarrollado en otra parte del cuerpo. El cáncer que comienza en los ganglios linfáticos se llama linfoma, pero cuando se propaga hacia ellos desde otra parte del cuerpo, se conoce como cáncer secundario o metastásico. Más; ¿Cómo se propaga el cáncer hacia los ganglios linfáticos?
¿Cómo se pueden extender los cánceres?
Los tumores cancerosos se componen de millones de células. Algunas de estas células pueden desprenderse del tumor primario y viajar a otras partes del cuerpo de las siguientes formas:
- a través del sistema linfático hacia los ganglios linfáticos cercanos
- mediante el torrente sanguíneo hacia otra parte del cuerpo, donde pueden convertirse en tumores secundarios.
Cuando el cáncer se propaga hacia los ganglios linfáticos, las células cancerosas en los ganglios se observan como células de tumor primario. Por ejemplo, cuando un cáncer de pulmón se ha diseminado a los ganglios linfáticos, las células en dichos ganglios se parecen a las células de cáncer de pulmón. Este hecho puede afectar la manera en que son tratadas.
A menudo, cuando un cáncer primario es operado, el cirujano también extirpa algunos de los ganglios linfáticos cercanos. Es importante saber si un cáncer primario se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, ya que ayuda a evaluar el riesgo de que el cáncer regrese y a decidir si es necesario aplicar un tratamiento adicional.
Los signos y síntomas
El signo más común de la presencia de células cancerosas en los ganglios linfáticos es que uno o más ganglios aumenten de tamaño o se sientan duros. Sin embargo, cuando sólo hay un pequeño número de células cancerosas, los ganglios linfáticos se pueden sentir normales. Para determinar si el cáncer está presente es preciso obtener una biopsia parcial o total de los ganglios linfáticos y examinar las células en un laboratorio. Es importante recordar que los ganglios linfáticos también se pueden ampliar o inflamar por otras razones, como ciertas infecciones. Si los ganglios linfáticos afectados se encuentran en el interior del pecho o el abdomen, pueden causar presión en los órganos o estructuras vecinas, así como síntomas de falta de aliento o dolor de espalda.
En ocasiones, un ganglio linfático, o grupo de ganglios, puede parecer más grande de lo normal en una exploración, como una ecografía, tomografía computarizada o una resonancia magnética. Esta puede ser una señal de que hay un cáncer secundario en el área.
¿Cómo se diagnostica el cáncer secundario en los ganglios linfáticos?
A veces, una tomografía computarizada o una resonancia magnética es todo lo que se necesita para hacer un diagnóstico de cáncer secundario en los ganglios linfáticos.
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Tomografía computarizada (TC) . La TC toma una serie de radiografías que forman una imagen tridimensional del interior del cuerpo. Este examen es indoloro y toma de 10-15 minutos. Las tomografías computarizadas usan una pequeña cantidad de radiación, lo cual es muy improbable que dañe al paciente o cualquier persona que entre en contacto con ella. La persona no debe comer ni beber nada durante al menos cuatro horas antes de la exploración. Es importante informar al médico si se es alérgico al yodo o padece de asma, ya que podría tener una reacción indeseada ante ciertos aspectos del procedimiento.
Imágenes por resonancia magnética (IRM). Esto es similar a una tomografía computarizada, pero utiliza el magnetismo en lugar de los rayos X para crear una imagen detallada de las áreas del cuerpo. Antes de la exploración al paciente se le puede pedir que llene y firme una lista de verificación, con el objetivo de asegurarse que es seguro someterse al procedimiento.
Antes de iniciar, la persona deberá quitarse las pertenencias de metal, como joyas. Luego deberá quedarse inmóvil en el interior de un cilindro o tubo durante unos 30 minutos. Es indoloro, pero puede ser un poco incómodo, e incluso causar sensación de claustrofobia en algunas personas. También es ruidoso, pero esto puede evadir con la ayuda de tapones para los oídos o auriculares.
Tomografía por emisión de positrones (TEP) . Esta técnica emplea pequeñas dosis de un azúcar radiactivo que se inyecta para medir la actividad de las células en diferentes partes del cuerpo. Un par de horas más tarde se toma una gammagrafía. Las áreas de cáncer suelen ser más activas que los tejidos circundantes, esto es lo que se observa durante la exploración.
Otras pruebas. Para algunas personas puede ser necesario llevar a cabo más pruebas, que pueden incluir las siguientes:
Biopsia de escisión: Esto implica la eliminación de un ganglio linfático, o varios, bajo anestesia general.
Biopsia con aguja: Se puede tomar una muestra de células de un ganglio linfático agrandado, usando una aguja fina unida a una jeringa. La biopsia con aguja se realiza generalmente en una clínica y no necesita anestesia general. Las células obtenidas se envían a un laboratorio para examinarlas bajo el microscopio. Si el patólogo considera que los ganglios linfáticos afectados están claramente vinculados con el cáncer primario, puede no ser necesaria la eliminación de un ganglio o tomar una biopsia.
Biopsia del ganglio linfático centinela: Esto es ampliamente utilizado como parte del tratamiento de cáncer de mama y melanoma maligno. Es una manera de comprobar sólo uno o dos ganglios linfáticos cercanos al cáncer. Por lo general se hace al mismo tiempo que una operación para extirpar el cáncer e implica la inyección de una pequeña cantidad de líquido radioactivo en el área del cáncer primario. Los ganglios linfáticos son escaneados para ver cuáles han asumido el líquido radiactivo primero.
También se puede inyectar un colorante azul en el área del cáncer. El tinte tiñe de azul los ganglios linfáticos y aquellos que se tiñan o se vuelvan radioactivos primero son conocidos como los ganglios centinelas. El cirujano extirpa sólo los ganglios centinelas para que puedan examinarse sus células.
Si los ganglios centinela no contienen células cancerosas, no será necesaria una nueva intervención. Si contienen células cancerosas, se puede hacer otra operación para eliminar otros ganglios linfáticos cercanos, o se pueden tratar con radioterapia y quimioterapia.
El tratamiento para el cáncer en los ganglios linfáticos
El tratamiento para el cáncer que se ha diseminado a los ganglios linfáticos depende de la situación individual, incluida la salud general y del tipo de cáncer primario de la persona. Se puede incluir la quimioterapia, la terapia hormonal, la radioterapia, la cirugía, o una combinación de estos tratamientos.
A veces durante la cirugía para extirpar el tumor se eliminan los ganglios linfáticos cercanos al cáncer. Si se encuentran células cancerosas en los ganglios linfáticos, la quimioterapia puede ser sugerida como tratamiento, ya que si un cáncer primario se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, aumenta el riesgo de que se propague a otras partes del cuerpo (incluso si se han eliminado los ganglios). En algunas personas, la quimioterapia y / o terapia hormonal pueden reducir la posibilidad de que el cáncer regrese.
Los sentimientos
Enterarse de que el cáncer se ha diseminado o regresado puede ser un momento de shock. La persona puede experimentar muchas emociones diferentes, incluyendo la ira, el resentimiento, la culpa, la ansiedad y el miedo. Todas estas reacciones son normales y forman parte del proceso que muchas personas pasan tratando de lidiar con su enfermedad.
Cada uno tiene su propia manera de hacer frente a situaciones difíciles. Algunas personas encuentran útil hablar con familiares o amigos, mientras que otras prefieren buscar la ayuda de personas que no están tan estrechamente involucrados con su situación, o mantener sus sentimientos para sí mismos. No hay manera correcta o incorrecta de hacer frente, pero la ayuda y el asesoramiento de los especialistas siempre estarán disponibles para quien lo necesite.
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